Skip to main content

Debido al impacto que la pandemia ha tenido sobre la profesión, y los beneficios de aplicar la filosofía de mínima intervención (MI) en nuestros procedimientos, publiqué texto1 breve (~1000 palabras) discutiendo diversas razones de por qué no sólo es útil aplicar técnicas libres de aerosol cuando se prohibió la atención odontológica debido al riesgo de infección por transmisión del SARS-CoV-2. En esta columna resumo los principales mensajes de ese texto (carta al editor1) donde reflexioné sobre las grandes oportunidades de cambio debido a la pandemia, los beneficios de un abordaje de MI, y algunos avances de implementación en nuestro país que contribuirán a mejorar la calidad de vida de las personas y a reducir inequidades en Salud. Abajo resumo los principales puntos a destacar de esa carta al editor1:

  • A pesar de que parece evidente que la enfermedad de caries debe ser manejada controlando sus agentes causales; la dieta y el biofilm dental, las restauraciones han sido considerado el tratamiento estándar para caries dental. Las restauraciones tienen una vida media limitada, y un alto costo, lo que sustenta nuevamente que los esfuerzos de la profesión deben orientarse a evitar y no a reparar el daño1.
  • La caries dental pasó de ser considerada una enfermedad infecciosa y transmisible, a ser entendida como enfermedad crónica no transmisible, con un fuerte componente conductual, donde el foco de la intervención se basa en el cambio conductual, preferentemente relacionado con decisiones alimentarias (dieta) 1.
  • Manejo apropiado de la dieta, factor común para muchas enfermedades crónicas no transmisibles, conlleva beneficios que van mucho más allá de la cavidad oral1.
  • La evidencia es concluyente sobre las ventajas de la MI, este tipo de terapias debiese ser lo habitual en la práctica clínica. Las maniobras de MI destinadas al control de la enfermedad, bajo el nuevo foco del manejo de la enfermedad de caries, incluyen1:
    • (a) Terapias no invasivas (educación en salud, instrucción de higiene oral, asesoramiento en dieta, uso racional de fluoruros, e intervenciones para el cambio de conducta y el aumento de la autoeficacia),
    • (b) Terapias micro invasivas (sellantes e infiltrantes), y
    • (c) Terapias mínimamente invasivas (técnica atraumática, uso de flúor diamino de plata para manejo de lesiones cavitadas, y remoción conservadora de tejido cariado en lesiones profundas, entre otras.
  • El acceso ubicuo a tecnología ha permitido realizar atenciones de forma remota (TeleOdontología), preferentemente desde la prevención1. Área que deberíamos seguir implementando y ojalá explotando.
  • Hasta que los odontólogos de Chile y el mundo no asuman su rol promotor de salud para empoderar a los pacientes en su autocuidado, se continuará limitando el daño una vez que este se ha producido, impidiendo el logro del objetivo de mantener la integridad de los tejidos dentales a través del curso de vida1.
  • En Chile, las metas para medir el impacto de atención están siendo reformulados con foco en la prevención más que en la reparación del daño. Cambios de esa envergadura potenciarán el uso de modalidades de MI transversalmente en el servicio público y privado, mejorando la salud de las personas, y contribuyendo a reducir las inequidades en salud1.
  • Hasta ahora, la práctica profesional ha sido basada y medida por la productividad de actividades invasivas (ej. número de restauraciones). Esto trae como consecuencia que los pacientes normalicen y consideren que el trabajo del odontólogo se restringe a “tapar” caries (ej.: “si el dentista no usó la “maquinita”, el dentista no hizo nada”) 1.
  • Positivamente esta pandemia también nos ha enseñado que los Odontólogos podemos ejercer nuestra profesión a distancia (teleodontología), y sin el uso del temido instrumental rotatorio1.
  • En lanzamiento de los contenidos mínimos del currículum de Odontología en nuestro país (2020), se llamó a formar odontólogos con un enfoque menos inclinado al desarrollo de destrezas manuales para la ejecución de acciones invasivas1. Competencias para manejar la enfermedad de manera no invasiva son relevantes y esenciales para el odontólogo del futuro.

En lo personal, anhelo que la MI no sea solo una moda en tiempos de pandemia, sino que permanezca y aumente su uso, ya sea de manera remota (teleodontología) o presencial. De esta forma estaremos preservando y recuperando salud, manteniendo un tejido irremplazable y contribuyendo a la calidad de vida de las personas1.

Dra. Constanza E. Fernández
Cirujano Dentista, Doctora en Odontología-Cariología
Académica Investigadora, Dep. Rehabilitación Buco-Maxilofacial
Escuela de Odontología, Facultad de Ciencias de la Salud,
Universidad de Talca, Chile

Referencia.
1Fernández C.E. [Minimal Intervention in Dentistry: An emerging trend during Pandemic?] Rev Med Chile. 2020. 148(10), 1530-1531. http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872020001001530, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33844732/.

Puedes encontrar pequeñas porciones de este texto en mi cuenta profesional en Instagram @constanza_fernandez_cariología.