Columna de opinión escrita por la Dra. Scarlette Hernández, directora de la escuela de Odontología de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, en el marco del día del Odontólogo y Odontóloga.
El día 27 de Septiembre, se conmemoró en Chile el día de la Odontología. Esta fecha se originó el año 1917, donde se establece la existencia legal del Título de Cirujano Dentista en el país.
Desde ese entonces, hemos avanzado mucho en los desafíos de nuestra profesión. En el área universitaria, un gran salto en la formación de calidad, es sin duda, la acreditación obligatoria de las carreras de Odontología a nivel nacional, lo que refuerza el imperativo ético de trabajar cada vez más en la formación del futuro colega. Hace pocas semanas, la Asociación Chilena de Enseñanza de la Odontología (ACHEO), lanzó el documento de contenidos mínimos para la Odontología, trabajo en conjunto de las diversas universidades que forman parte de la asociación, y que avanza también en el ámbito de la formación de calidad del futuro colega. En equidad de género, actualmente varias universidades, como la Universidad Austral de Chile, ya reconocen oficialmente el título de Cirujana Dentista.
Por mejorar hay mucho aún, como la baja cobertura dental que existe para la mayoría de chilenos y chilenas, la que esperamos mejore con algunas de las medidas anunciadas recientemente por el Ministro de Salud, o las condiciones laborales que colegas encuentran al egresar. Debemos continuar fomentando la valoración de nuestra profesión en la salud integral de las personas, particularmente en estos tiempo, donde investigaciones recientes apuntan al rol de la salud bucal en la severidad del COVID-19, por lo que como profesionales no podemos quedarnos estáticos en estos tiempos. Esta pandemia trajo múltiples cambios en nuestro trabajo; sin embargo, hemos demostrado que a pesar de la difícil y nueva situación, estamos respondiendo a estos desafíos, entregando atención odontológica con las nuevas medidas de protección requeridas, instaurando Teleodontología o adoptando nuevas funciones en los equipos de salud, son parte de las estrategias, que se han puesto rápidamente en marcha.
Sin duda, el rol del nuevo profesional deberá estar marcado por la empatía, responsabilidad social, flexibilidad, resiliencia y creatividad, sin descuidar nunca nuestro principal foco que es mantener y restaurar la salud bucal de las personas, y con ello seguir contribuyendo a su pleno bienestar.